Aragón Liberal R.Q.
27/09/06
El
discurso del Papa en Ratisbona es trascendental, no solo para la
Universidad, sino también para la Teología. En esta serie de artículos
pretendo desmenuzarlo en pequeñas dosis, para hacerlo más asequible e
intentar comprender mejor su alcance.
El famoso discurso del
Papa en la Universidad de Ratisbona (12-09-06) se llama "Fe, Razón y
Universidad. Recuerdos y reflexiones". He variado el nombre en el
título de esta serie de artículos para que no haya confusión entre el
documento del Papa y los comentarios que me propongo hacer. También he
cambiado la palabra "razón" por "inteligencia". Entre los teólogos se
suele hablar de "razón" traduciendo literalmente la palabra latina
ratio. Pero en el castellano corriente se entiende mejor su significado
traduciéndola por inteligencia.
Como se ve en el título, el
discurso del Papa no se refiere al Islam. Son las reflexiones de un
hombre que, después de muchos años, vuelve a la cátedra donde había
impartido sus clases, y reflexiona sobre el sentido de la Universidad.
En concreto, sobre el papel que juega en ella el estudio de la
Teología. Se trata de un varapalo a la comunidad científica, y, en
primer lugar, a los teólogos. Un varapalo dado con la delicadeza de un
padre, y con la firmeza de un pastor que es consciente de su
responsabilidad.
En este contexto la reacción del Islam, a
todas luces diabólica, lo es doblemente. El Islam pretende, de manera
feroz, desviar la atención hacia las manías de cuatro analfabetos
podridos de dólares. Pero si la civilización quiere sobrevivir, debe
estudiar este documento pontificio. En él Benedicto XVI sienta los
principios de la Ciencia y de la Teología, que son los principios de la
inteligencia. En los que se basa la civilización.