Elena Baeza nos escribe defendiendo la librería "Casa de Jacob" que tiene ya diez agresiones. Algunos deberían saber que esa intolerancia huele a nazismo, y que el Gobierno de España debe protegernos.
Una muestra más de intolerancia y fanatismo
Desde que abrieran sus puertas la librería "Casa de Jacob", el 15 de marzo del 2000, ha sufrido diez agresiones, la última el pasado día 17, que fue incendiada, y que gracias a que los vecinos sofocaron las llamas –antes que llegaran los bomberos- los daños no fueron mayores. Esta librería especializada en temas de la cultura judía y a su vez centro de información judaico de Toledo, es propiedad de un matrimonio español con raíces judías, aunque profesan la religión católica.
Las relaciones entre las personas, los pueblos y los gobiernos, para ser correctas, tienen como límite el respeto de sus derechos. La falta de respeto, de intolerancia y fanatismo, que vivimos en nuestra sociedad, en la que solo se trata de prescindir de Dios, es el problema principal. Dá pena pensar que ignoren y desconozcan que la raíz viva y profunda de la cultura de los pueblos, es el factor más influyente, en cuanto al proyecto de vida personal, familiar y comunitaria.
Elena Baeza Villena