
EDITORIAL: Zapatero y su rendija.
Aragón Liberal.
14/06/2007.- Dejó escrito el filósofo francés Montaigne tras años de
penosa si fructifera reflexión en espléndido aislamiento que no hay
mejor prueba de estupidez que el aferrarse de manera testaruda y
acrítica a las propias opiniones.
De no
resultar tan peligrosa y dañina para la democracia española la absurda
fiereza con la que el Presidente Zapatero defiende sus pocas ideas
resultaria enternecedora.
A Zapatero no le bastaron las
9 veces en las que millones de españoles salieron a la calle para
exigirle que no pactara con los asesinos. Decidió ignorar primero a la
oposición política y después a la ciudadana. No le bastó la reaparición
del terrorismo callejero, de nuevo rampante en calles y plazas
vascongadas. No le bastaron todos los informes e indicios que de manera
fehaciente demostraban que ETA estaba aprovechando la pretendida tregua
para reorganizarse y rearmarse. En acto de voluntarismo rayano en la
ceguera decidió ignorarlos y continuar negociando.
Cuando
llegaron de nuevo los atentados, a Zapatero no le bastaron los
asesinatos de Estacio y Palate. Tras unos vagos murmullos de
insatisfacción volvió presto a negociar.
Ahora los
mismos terroristas le han dicho, por escrito, que la tregua ha
terminado. Aun así persiste Zapatero en persistir con la negociación.
Agarrado con monomaniaca pasión a lo que él mismo entiende ser su única
baza electoral prepara el terreno para volver, lo antes posible, a
negociar. Y es que según Zapatero hay una ETA descerebrada, que habría
roto el alto el fuego y otra que, presumiblemente no lo es. Una ETA de
algodón de azucar y canela fina que no ansia otra cosa que la paz
infinita que predica Zapatero. Zapatero mira a la serpiente etarra y
queda fascinado por sus ojos y su verde piel reluciente.
Resulta
evidente que con estas palabras Zapatero está preparando la rendija por
la que volver tan pronto como sea posible a la mesa negociadora, a
compartir café y pastas con los asesinos.
Se acerca el
momento en el que habrá que analizar seriamente el lazo que une a
Zapatero con la serpiente. El problema es que para Zapatero ETA no es
el enemigo al que hay que combatir "en campos, calles y colinas"
utilizando las palabras de Churchil. Para Zapatero ETA es un digno
contrincante, ocasionalmente equivocado. En tales condiciones Zapatero
no está capacitado para dirigir la lucha contra el Terror.
Zapatero debe irse.
Del
Foro Aragón Liberal