La cámara
prodigiosa
"No es magia" reza el lema de
una cámara fotográfica con detector y control inteligentes. "Caben las
sorpresas", "caben todos tus amigos" continúa. En el anuncio aparece una
pareja tomando una foto a un grupo de monjas mientras se morrea. Al observar
el encuadre se revela la sorpresa: dos de "ellas" no son sino
hombres vistiendo de hábito. ¿Por qué será que las empresas se suben
farisaicamente al carro de la solidaridad por el cambio climático y
fustigan burlonas la realidad católica? Es cierto que necesito una
cámara de fotos, pero también es cierto que detesto este tipo de
sorpresas.
El sarcasmo contra lo
religioso envuelto en tecnología sofisticada es difícil de digerir y resulta
una mala estrategia de ventas a costa del cliente: ahora ya sé qué marca no
voy a elegir.
María Ferraz
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