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La siempre penúltima disertación del presidente del Gobierno sobre la bandera española, es propia de la teoría de los grupos y los conjuntos. Disjuntos y vacíos. Zapatero afirma que lo importante de la bandera española no es en dónde no esté en España, sino que sí esté en donde debe estar, que es al lado de la bandera de Naciones Unidas. Teoría parecida a la de ese ciudadano sin techo al que las autoridades le preguntaban que de dónde era, éste le contestaba que era ciudadano del mundo. Micronesia que nos hemos enterado de su existencia gracias a la reunión de Zapatero con su presidente en la O.N.U., también está el mundo y en N.U. Grupos vacíos del conjunto de España son muchos ayuntamientos e instituciones en las que no flamea la bandera española, ante la inacción del ejecutivo de obligarles a colocarlas como dice la ley y la sentencia del Tribunal Supremo. ¿De qué vale la presencia de nuestra presencia en el mundo, si también llegan las imágenes de cómo ésta se quema en nuestro país, a la par que desde algunas autonomías se presentan en esos países únicamente con la autonómica propia.
Las Naciones Unidas se basan precisamente en unir naciones que ya están unidas de por sí, rechazando esta "teoría" de la bandera allí u no enteramente aquí. Banderas de algunos próceres, no coinciden con la bandera que proclama nuestra Constitución. Esta bandera sobre la que diserta Zapatero no entra en el concepto de bandera y unidad de la manifestación que este domingo se ha hecho en Barcelona, promovida por C´s y secundada por el PP. Nadie representativo del partido socialista, ni catalán ni español, ha estado allí. Banderas de nuestros próceres, que nada tienen que ver lo que la gran mayoría piensan y sienten de nuestra bandera. Roja y gualda, con el escudo de la monarquía constitucional que todos decidimos de común acuerdo, en la Transición del franquismo a la democracia.
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