Hace unas tres semanas, el presidente Zapatero aseguraba que España jugaba en la Champions de la economía. Pero desde entonces hemos sabido que la venta de pisos ha descendido un diez por ciento en lo que va de año, y que en un solo mes se habían visado un treinta y cinco menos de viviendas que el mismo mes del año pasado. Una caída escalofriante. A dos empleos por piso, calculen. Y las ventas de coches descienden casi un ocho por ciento respecto al año anterior. ¿No dispone Zapatero de esos datos por adelantado con respecto al resto de los ciudadanos? ¿Cómo pudo decir lo que dijo? La ganadería aragonesa, y se supone que la española puesto que los precios son los mismos, se encuentra al borde de la quiebra técnica. Menos mal que en el mes de septiembre, el paro ha disminuido en diez mil personas, aunque en los últimos doce meses ha aumentado en cincuenta mil. Y para acabar la lista de malas noticias, los productos de primera necesidad suben en este último mes entre un cinco y un diez por ciento. Todo esto en apenas una semana.