Estos días he leído de un tirón la nueva encíclica del Papa Benedicto XVI, sería muy aventurado añadir algo a la doctrina de un Papa, pero no lo es tanto comentar algo, desde mi punto de vista, para aclarar algunas informaciones vertidas en la prensa de gentes que, seguramente, no la han leído siquiera.
Si alguien necesita una prueba palpable de la improvisación, falta de criterio y sentido común de este Gobierno, la continuidad o no de la central nuclear de Garoña es uno de los mejores ejemplos.
Asistimos a una empresa de ingeniería social en occidente –con pretensiones imperialistas– que aturde por su ambición, velocidad y falta de escrúpulos.
Recomiendo la visita a la Exposición de pintura, que con el nombre de "ENTRE DOS SIGLOS. ESPAÑA 1900", se presenta en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza en la Plaza de Aragon.
La Clínica del Pilar de Zaragoza reanuda su servicio de maternidad con una moderna unidad médica-quirúrgica de partos y urgencias pediátricas para garantizar mejor la atención al neonato. Y este inicio se ha hecho con nueve partos.
La crisis, de hecho, explica el retraso en su publicación. En un primer momento, el Papa quería publicar esta encíclica a finales de 2007 o inicios de 2008, para recordar los cuarenta años de otra histórica encíclica social, la Populorum progressio, escrita por Pablo VI en 1967.
Leyendo el artículo y comentarios sobre el ilustre D. Santiago Carrillo Solares... ¡Qué poquita compasión con él cuando mirad lo que iba pensando cuando le nombraron "doctor horroris causa"!
El portavoz de economía del PP, ha calificado esta nueva medida como "monumento a la improvisación" y que es "claramente antisocial" ya que no serán iguales los servicios públicos que se les ofrecerán a los españoles en las Comunidades Autónomas.