Una de las razones para estar en la manifestación del 17-O en Madrid es tan sencilla como un acto de "memoria histórica" retrospectiva. Cuando nuestros nietos hayan sanado esta sociedad de la cultura de la muerte, vean con horror nuestros desmanes del siglo XX y XXI, puedan escuchar de nuestros labios al preguntar ¿Y tú que hiciste? Yo estuve allí.
Las constituciones, por su eminente carácter político, no son normas que se rijan por las características que sí nos serían útiles para comprender y clasificar otro tipo de reglas jurídicas. De la vigencia de una Constitución depende, en gran medida, no solo la validez formal de las leyes incluidas bajo el orden que establece, sino la eficacia misma de los contenidos normativos que pretenden articular.
Con la ocupación de Polonia en 1939, se abría uno de los principales capítulos de nuestro siglo. Daba inicio el más terrible conflicto conocido en toda la historia de la humanidad.
Estaba previsto que el tiempo fuese espléndido en un maravilloso día de otoño, y es que el "Cielo" también se manifestó bajando por una vez a Madrid para que saliese redonda esta manifestación por la vida.
La Comunidad de Madrid es una pequeña Alemania a la que los españoles del nuevo siglo vamos a tener que emigrar como a la otra, la del siglo XX, en busca del trabajo que ya nos va faltando demasiado.
Hace unos días escribí una carta, que fue publicada en diversos medios, en la que decía que el Presidente, Rodríguez Zapatero se había sacado de la chistera la Ley sobre el aborto, especialmente que las niñas de 16 años puedan abortar sin consultar con los padres. Me lo han corregido con razones...
Quiero mostrar mi total acuerdo con el contenido de esta respuesta, al diario El País, que he visto en un periódico digital (Forum Libertas), y, por ello, les agradecería su publicación: